lunes, 24 de junio de 2013

LA OTRA CARA DE LOS DOMINGOS

Para un runner los domingos son días diferentes. Madrugamos, salimos de puntillas sin hacer ruido, alumbrándonos con el móvil para nos matarnos contra una puerta o la pared con el fin de no despertar a nadie….

Muchos os sentiréis identificados con estas líneas ¿verdad? Cuantos domingos siguiendo más o menos este pequeño ritual con el fin de dar rienda suelta a nuestra pasión. 


Madrid Rio 23-06-13
Así fue este domingo pasado día 24 de junio, es decir ayer. Me levanté y desplacé por la casa como una bailarina y comencé a vestirte de gala para salir a devorar kilómetros. Y lo hacía con muchísimas ganas. Ya ha comenzado el calor y por mis horarios que como sabéis lo hago a medio día, se hace casi imposible poder salir a correr y aparte que también he bajado el listón para tomármelo con mas relax.
Por eso las ganas de salir a disfrutar. Tenía ganas de hacer una tiradita tranquila, “una horita y media más o menos” pensé. Así que manos a la obra o mejor dicho pies para que os quiero jejeje. Pequeño calentamiento y unos estiramientos muy leves previos, GPS en marcha, buena música, gafas de sol y empezar a rodar por Madrid Rio.
Zancada a zancada iba percibiendo la magia de nuestro deporte, sentía como me embriagaba esa sensación de liberación, comenzaba a disfrutar de estar conmigo mismo, montones de pensamientos por mi cabeza a la vez, intentando ordenar mis ideas… Kilómetro 1, 2, 3, 4…

Primeras gotas de sudor por mi frente, sonrisa en mi boca de oreja a oreja y sonrisa de mi alma también. Todo de cine y pasado el kilómetro 5 ¡¡¡ZAS!!! Pinchazo en el soleo de la pierna derecha….

Bloqueado
JODER!! ¿Qué pasa? ¿Cómo puede ser? Si no voy rápido, voy a 5’20’’- 5’30’’” Me paro y me echo la mano atrás. Mente en blanco. Mis ideas, todas esas que iban corriendo por mi mente de un lado para otro han desaparecido. Se cierne sobre mí, una nube negra de tormenta. Paro el crono, ando como desorientado, bebo agua de mi botella y me dispongo a estirar muy flojito. Sigo andando... “Bueno, no parece que duele, vamos a ver…” Comienzo a trotar de nuevo…“Dolor, joder, dolor… Como puede ser…” La nube que tenía en mi cabeza empieza a descargar toda su furia sobre mi, agua rayos y centellas caen en mi mente. Mi rostro está serio, desencajado, incrédulo totalmente… “¡Estoy lesionado! No puedo correr… Tengo que pararme. Noooooooo…”.






Pues sí. Tuve que pararme. Así fue mi domingo de tirada larga, pasé de estar en el más placentero de los estados a la realidad más absoluta en cuestión de un “ZAS”. Un segundo bastó para ponerme los pies en el suelo y recordarme que está parte del running está ahí, forma parte de nosotros y de nuestro mundo. Encima me tuve que volver andando porque no tenía ni un duro encima y prácticamente cojo. Hielo y paciencia, no queda otra. Lo mejor cuando llegué a casa. Duchita, buen desayuno y la ración de besos y cariño de mi familia. 

De todo se aprende y de esto también hay sacar el lado positivo, porque lo tiene. Ya lo creo que lo tiene. 

Siempre hay que mirar adelante y no dejar de soñar


No importa las veces que te tiren al suelo e incluso que intenten pisotearte, sino de las veces que te levantes y sigas adelante. Ahí está la clave de esto, la clave que nos hará triunfadores, ganadores, diferentes, invencibles, únicos. Eso es así. ¿Y tú? ¿Te vas a rendir?
Un abrazo;

@javier_alamo


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